Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Camino bajo una lluvia débil

Camino bajo una lluvia débil. Los veo de colores, de estampados. Algunos más discretos, otros más atrevidos. A veces, una mirada de complicidad. A veces, miro el suelo. Pienso que los árboles nos protegen, sin tener argumentos para mi teoría. Pocos nenes, también llevan barbijos. Caminamos a distancia. Esperamos de a uno en la puerta de las tiendas. 

Compartimos por wsp alegrías y tragedias. Nos leemos, nos escuchamos, nos vemos aún sin saber los verdaderos gestos, entonación, postura corporal. La virtualidad acerca pero no libera. 

Hay quienes no pueden salir a superficie, muchas veces. Se entroniza aquello que nos habita desde siempre, deberías, vulgares, virtuosos. Y cada quien, hace lo que puede. 

Hago lo que puedo. 

Las venas de la Tierra sangran con hondura mientras parte de la humanidad observa hacia costados de rueditas y pobres conejos. Nos destruimos a nosotros mismos, a los Reinos de la Madre Tierra. Caminando con ceguera, sin noción de trascendencia. 

Ahora un ser humano es contagiado de Coronavirus. Ahora un ser humano muere por guerra. Por hambre. Por soledad. Ahora un delirio para apaciguar el dolor. 

Seré ingenua. Se dice -en ciertas versiones- que la caja de Pandora sólo conservó la Esperanza. Creo en un mundo nuevo, resplandeciente. Sin virus. Sin muertes. Sin condenas.