El
sol cae sobre la tierra verde, haces de luz entre los árboles como arabescos
que se dibujan sobre los tres hombres. Viento de invierno para estos mortales,
verano para los besos de Hades y Perséfone, ocultos en el Inframundo. Los tres hombres
con los pies en el pasto, ajenos al frío. Quizá es el abrazo del ombú sobre sus
cabezas, quizá es el vaivén de las ramas, el tintineo de las hojas, marrones,
rojas y verdes.
La tarde estalla en los ojos oscuros de Taimni, rugientes,
iniciadores, correspondidos por el azul esfera, azul tempestad, de Walt
Whitman, que han visto la guerra de Secesión, pero no han perdido la inocencia
ni la rebeldía. Los ojos de Oliverio Girondo ríen y lloran al mismo tiempo,
porque siempre celebran, a pesar de todo, a pesar de nada, a pesar de mucho,
celebran en su marrón profundo.
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“La relación entre el alma individual y Dios es
uno de los misterios de la manifestación” 1 –dice Taimni.
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“Creo que una hoja de hierba no es menos / que
el día de trabajo de las estrellas / y que una hormiga es perfecta, / y un
grano de arena, / y el huevo del régulo / son igualmente perfectos, / y que una
rana es una obra maestra, / digna de los señalados, / y que la zarzamora podría
adornar, / los salones del paraíso, / y que la articulación más pequeña de mi
mano, / avergüenza a las máquinas, / y que la vaca que pasta, con su cabeza
gacha, / supera todas las estatuas, / y que un ratón es milagro suficiente, /
como para hacer dudar / a seis millones de infieles.2”-responde Walt.
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“El descubrimiento de la realidad dentro de
nosotros mismos es el aspecto más importante de la relación entre la Mónada y
el Logos.1b” “La
consciencia de la Mónada se entrefunde con la consciencia del Logos1c”. –dice Taimni.
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“Gracias aroma / azul / fogata / encelo. / Gracias
pelo / caballo / mandarino. / Gracias pudor / turquesa / embrujo / vela, /
llamarada / quietud / azar / delirio. / Gracias a los racimos / a la tarde, / a
la sed / al fervor / a las arrugas / al silencio / a los senos / a la noche, /
a la danza / a la lumbre / a la espesura. / Muchas gracias al humo / a los
microbios / al despertar / al cuerno / a la belleza, / a la esponja / a la duda
/ a la semilla / a la sangre / a los toros / a la siesta. / Gracias por la
ebriedad, / por la vagancia, / por el aire / la piel / las alamedas, / por el
absurdo de hoy / y de mañana, / desazón / avidez / calma / alegría, / nostalgia
/ desamor / ceniza / llanto. / Gracias a lo que nace, / a lo que muere, / a las
uñas / las alas / las hormigas, / los reflejos / el viento / la rompiente, / el
olvido / los granos / la locura. / Muchas gracias gusano. / Gracias huevo. /
Gracias fango, / sonido. / Gracias piedra. / Muchas gracias por todo. / Muchas
gracias. / Oliverio Girondo, agradecido.3”
Ahora cerca de ellos, la aparición de esa mujer. Esa abuela,
piel de montaña. Ojos de selva. Paso corto y lento, como el zorro que pisa
sobre hielo frágil. Hielo blanco como su pelo, que cae en una catarata de
ternura hasta la falda campesina, colorida como los pueblos de las venas
abiertas de América Latina. Ahora más cerca esa mujer. Está cantando. Parece
cantarle a ellos. Así lo sienten los tres hombres, que se miran en silencio,
con los ojos bien abiertos. Parece cantar a sí misma, esa mujer. Parece cantar
a todo. Su canción suena así:
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“Tierra mi cuerpo / Agua mi sangre / Aire mi aliento
/ Fuego mi espíritu.
Tierra mi cuerpo / Agua mi sangre
/ Aire mi aliento / Fuego mi espíritu
Tierra mi cuerpo / Agua mi sangre
/ Aire mi aliento / Fuego mi espiritú.4”
-
“La Realidad se oculta dentro del corazón de
cada aspirante.1d” – dice
Taimni.
Notas
1 b c d: Capítulo VII, La Mónada
y el Logos (Atma y Paramatma), “El Hombre, Dios y el Universo”, Iqbal K.
Taimni.
2 Fragmento canto 31, versión de
León Felipe, del poema Canto a Mí Mismo, “Hojas de Hierba”, Walt Whitman.
3 Poema Gratitud, “Persuasión de
los días”, Oliverio Girondo.
4 Icaro escuchado en el espacio
Caminos de Bienestar, durante el “Círculo de Mujeres en Luna Llena”, de Sandra
Pinard, reikista.
Este llamado a voces sabias es parte de la presentación sobre mi entendimiento del Capítulo VII del libro de Taimni, en el marco del grupo de Teosofía, al que asisto los miércoles, en Caballito. Es resultado también de la sabiduría de mis compañeros. Los voy a extrañar, cumpas. :0)
Agradezco también a Sandra Pinard, conocí el canto chamánico que aquí incluyo, de su voz.
maría josé lópez tavani, poeta y
aprendiz