Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Plutón

Se lo considera un planeta enano: gira alrededor del sol, adecuadas masa y gravedad que configuran su forma circular, órbita que no es ajena a otros cuerpos celestes y no es un satélite. También se le llama Plutoide. De hielo y roca. Tan pequeño y sin embargo tan poderoso para la Astrología. Hades, le llamaban los griegos, dios del Hades, el Inframundo, territorio de las ánimas. Acompañado por su consorte, la bella Perséfone, hija de Démeter, diosa de la fertilidad de la Tierra. Al morir un griego, se colocaban en sus párpados monedas, pues era el pago para ingresar en el Hades. Quizá esta historia es un eco que nos recuerda la riqueza de Plutón. Riqueza que se oculta en la profundidad. Si se está dispuesto a bucear y enfrentar. Plutón es la transformación. Territorio del inconsciente y sus fuerzas. De las verdades ocultas que luchan por arribar al cielo. También son los cambios, que nos elevan o nos condenan al abismo. El final que no puede ser evitado. La Templanza, carta 14, del Tarot Marsellés, se asocia a Escorpio, signo que rige Plutón: un ángel que maniobra dos tinajas con el fluido vital, volviendo sutil, elevado, aquello que merece ser renovado.