Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Mercurio

El pequeño Mercurio, más próximo al Sol. Pequeño e inteligente quizá Hermes, quién sabe, quién niega, Hermes: el dios griego mensajero de los dioses, correspondido a las pruebas más difíciles que los dioses delegaban en él. Intensa su elíptica. Como si supiera que el fuego purifica pero también destruye, alerta. Solitario, se muestra en el amanecer y en el crepúsculo. Mercurio rige, en el Tarot de Marsella: las cartas 1, El Mago, y la carta 17, La Estrella. En el caso de la primera nos trae el potencial, el inicio, el talento, la búsqueda espiritual; en el caso de la segunda, nos trae la belleza, la gracia, la conexión con la naturaleza y la apertura a las verdades cósmicas. Quizá su cercanía al Sol nos habla de esto. Quizá su recorrido nos da cuenta del mensaje del astro rey. El Sol nunca estará solo, tampoco su virtud. En Astrología se considera planeta personal, representa la comunicación, la manera en que los sentidos reciben el afuera, los traslados cortos, la manera en que pensamos, la mente concreta. También puede dar cuenta de los hermanos. Hermes fue el inventor de la lira, jovial, divertido, versátil, amistoso. Mercurio, a una distancia suficiente para que las llamas no lo hieran. Rocoso. Y al igual que la Luna es habitado por impactos de meteoritos. El planeta posee la cuenca de Caloris, la hondura mayor, resultado del impacto de este fenómeno. Pero eso no bastó para que el planeta pierda su estructura, su rapidez y por qué no, su belleza.