Humedad que sube y baja
un agujero negro tengo, señores, en mi pecho
señores con dedos filosos
fantasmas que comen las migas
de un banquete en la casa de Drácula
fantasmas con la cabeza pegada al piso
fantasmas que levantan el pie para no pisar las cabezas de los otros fantasmas.
Un agujero negro, señores
mi sangre caliente
hierve
cuando beso las paredes de la calle
el dios más borracho me ama cuando escribo los versos fantasmales
me fundo
soy llevada como un gatito en la boca
de la gata
que es maia
y aterrizo
y retorno
a mi Cielo, en mi Tierra también delirantes.