Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Pueblo Wichí, Asociación Civil Comisión de Apoyo a las comunidades Wichí



Artículo encontrado en la revista Pueblo Wichí, editado por Asociación Civil Comisión de Apoyo a las Comunidades Wichí.
4371-8066 / 3939


El pueblo originario denominado “mataco” despectivamente por los españoles, término que en castellano significa “animal de poca monta” o “animal sin importancia”, se denomina a sí mismo “Wichís”, que quiere decir “los verdaderos hombres”.

           El pueblo wichí ingresó al Chaco Salteño desde las selvas amazónicas alrededor del año 1623, pero fue en este lugar donde desarrollaron su propia identidad cultural como parte de los “chaquenses típicos”. Pertenecen a los pueblos cazadores, pescadores y recolectores que es su base alimentaria. 

            Integrantes de la familia lingüística mataco-uruguayo es considerada una de las doce lenguas indígenas argentinas (Censabella, 1999) que han perdurado en el tiempo y sobrevivido a los avatares de la conquista española; lengua que comparten con los Pueblos Chulupí y Chorote.

            Nómades hasta comienzos del siglo XX, se instalaron en el Gran Chaco, que fue una de las últimas regiones en ser dominadas por la expansión burguesa. 

            El Gran Chaco se divide en tres subregiones: Chaco Boreal (al norte del río Pilcomayo, Bolivia y Argentina, bosque tropical húmedo), Chaco Central (superficie pantanosa entre los ríos bermejo y Pilcomayo, Salta, Argentina) y Chaco Austral (clima cálido, con bosques espinudos, entre los ríos Bermejo y Salado, provincia del Chaco, Argentina).

            Actualmente estas comunidades se encuentran repartidas entre las provincias de Salta, Formosa y Chaco, y su población se estima en alrededor de 80.000 personas. Territorio constituido por una llanura que se inicia en las últimas estribaciones de la Cordillera de los Andes y se desliza en una ligera pendiente hacia el litoral argentino. Gran parte del Chaco permanece todavía impenetrable a pesar de la salvaje tala del quebracho, sobre todo para obtener los durmientes y traviesas para el ferrocarril. La empresa “La Forestal” es la responsable de la destrucción de nuestros bosques allá por el 1900. Tanto es así que en 1912, entregó dos millones de durmientes para los ferrocarriles.

            También es de destacar que hacia fines del siglo XIX explotaban el bosque de quebracho en forma indiscriminada capitales ingleses, alemanes y franceses para la elaboración del tanino.

            Por otro lado es inagotable la variedad de árboles, arbustos, bosques de chañar, tusca, lapacho, palo santo, yuchán, algarrobo, etc., que albergan animales salvajes como el guasuncho, pecarí, ñandú, anta, oso hormiguero y mielero, pumas, gato montés, zorros, armadillos, corzuelas pardas y lampalagua, entre otros. 

            Cada una de las tres provincias poseen la Ley Provincial del Aborigen, pero lamentablemente eso no es garantía, porque no se aplica como corresponde una mejora real de la calidad de vida de los aborígenes. Es la provincia de Salta la que alberga mayor cantidad de etnias. Son 8: Chulupí, Tapiete, Chorote, Chiriguano, Chané, Kolla, Toba y Wichí. 

            Los Wichí se encuentran actualmente agrupados en pequeñas aldeas aisladas en el monte o en comunidades cercanas a poblaciones criollas en las que viven de 20 a 50 familias. Sus viviendas se adaptan a las altas temperaturas del área, que asciende hasta los 50 grados centígrados. La distribución es irregular pero ellos tienden a agruparse en torno a un gran patio. 

            Su morada tradicional: el “huet” o “lewet” es construida con ramas y hojas, aunque con el correr del tiempo fueron adaptando elementos criollos como su forma cuadrangular con horcones y techo de barro, con dos puertas sin ventanas porque las paredes de adobe permiten mantener una temperatura fresca en verano y cálida en invierno. 

            Chaco es la palabra de origen quechua y quiere decir “lugar donde se caza”. Fue la región de la Argentina de doblamiento más tardío. Efectivamente, estuvo cubierta por las aguas hasta época muy reciente -dicho en términos geológicos- puesto que tan sólo hacia el año 7000 A.C. empezaron a desaparecer y la región comenzó a poblarse hacia el 5000 A.C.

            Dispusieron de fauna variada para su alimentación: pecaríes, tapires, venados, carpinchos, ñandúes; también recolectaban mistol, molle, algarrobo y miel. Gran parte de la dieta provenía de la pesca cuando estaban junto a un curso de agua. Utilizaron flechas con punta de piedra, cuchillos y otros utensilios del mismo material y de hueso. 

            Los habitantes de la región estaban unidos por lazos de afinidad familiar que se entendía hasta tres generaciones; tenían casi siempre un cacique, organizador de las actividades de la tribu, pero con un poder real muy escaso. 

Se dividían en distintas familias, dentro de las cuales la denominada guaycurú es la más importante. Los antropólogos también distinguen en la región a los mataco-mataguayos, lule-vilelas, chiriguanos y chané, estando estos dos últimos emparentados por su origen.

            Gran parte de la región está cubierta de bosque, en que se distingue el quebracho, cuyo ciclo biológico es muy particular. Dominarlo fue esencial para la vida de estos grupos aborígenes. 

            Las ramas también fueron aprovechadas para cubrirse cuando practicaban la caza mayor, con el propósito de no alarmar a la presa. 

            De fibras y hojas de árboles elaboraban tejidos, para construir cestas y para hacer vestidos, aunque también se usaba el algodón para este último menester.


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