Los indígenas guaraníes fueron los primeros en habitar la frondosa selva de Misiones, -Argentina- Brasil y Paraguay. Pacíficos y sabios supieron comprender los mensajes de la Tierra, la importancia del Sol, el poder de los animales y del espíritu presente en cada hoja, cada gota, cada piedra. Sus antiguas tradiciones cristalizan su conexión con la Naturaleza, donde el respeto y el ingenio les permitían sobrevivir aprovechando lo que la Pachamama ofrecía.
Con la llegada de los salvajes, llamados conquistadores -españoles y portugueses-, comienza la penosa historia de violencia, enfermedad, muerte, destrucción y destierro para los primeros pobladores de estas tierras.
En la actualidad, los guaraníes sufren las consecuencias de las restricciones impuestas a la propiedad de sus tierras, la contaminación del agua, la deforestación de la selva -selva que se transforma en Hoteles All Inclusive-.
Cerca de Puerto Iguazú se encuentra La Aldea Fortín M´Bororé, una de las comunidades guaraníes más grandes de Misiones. Allí resisten con ayuda de algunas organizaciones, con la venta de sus artesanías y con las excursiones de los turistas que conocen su aldea -Proyecto Turístico que crearon junto a la Agencia de Turismo Cuenca del Plata-.
Los guaraníes resisten en la pobreza, en el olvido y la exclusión de sus conocimientos, resisten en la ignorancia de su sabiduría e importancia, resisten en las manos de quienes no se dan cuenta que si la Tierra tiembla, temblamos todos.
Si querés donar alimentos, ropa, libros, podés contactarte con la agencia de turismo Cuenca del Plata, ellos trabajan en un pequeño proyecto de turismo con los hermanos de La Aldea, y reciben donaciones en su sede de Capital Federal.
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