Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





Los 10 mandamientos para salvar el planeta, la humanidad y la vida, Evo Morales

Nosotros, los pueblos indígenas del planeta, hemos sentido y practicado siempre un gran respeto por la Madre Tierra. Para nosotros, la Madre Tierra es la Vida misma, y por eso vivimos durante miles y miles de años en armonía con la naturaleza.

Hoy nuestra Madre Tierra está gravemente enferma. El planeta tiene fiebre. Nunca antes hemos visto como desaparecen los nevados y los glaciares. Nunca antes hemos visto cómo desaparecen miles de especies de animales y plantas. Nunca antes hemos sido testigos de tantos desastres sociales y ambientales, cada vez más fuertes y frecuentes.

Estamos en un momento de la historia en el que debemos tomar decisiones, antes que la naturaleza las tome por nosotros. Si la temperatura del planeta sigue subiendo y no hacemos nada, el impacto del cambio climático puede tener consecuencias fatales para el planeta, la humanidad y la vida.

Ya no tenemos mucho tiempo. Debemos actuar rápidamente. Este milenio que apenas ha empezado debe ser el Milenio de la Vida, el Milenio de la Esperanza, el Milenio de la Armonía entre seres humanos y la naturaleza.

Por eso propongo estos 10 Mandamientos para salvar el planeta, la humanidad y la vida.


1-     Acabar con el capitalismo
2-     Renunciar a la guerra
3-     Un mundo sin imperialismos ni colonialismos
4-     El agua como derecho de todos los seres vivos
5-     Energías limpias y amigables con la naturaleza
6-     Respeto por la Madre Tierra
7-     Los servicios básicos como un derecho humano
8-     Consumir lo necesario y priorizar el consumo de lo que producimos localmente
9-     Respeto a la diversidad de culturas y economías
10-  Vivir bien




Acabar con el capitalismo

(…) Todos sabemos ahora que el calentamiento global del planeta se debe a la emisión de dióxido de carbono. Y todos sabemos que la emisión de dióxido de carbono se debe al uso excesivo del petróleo y otras energías fósiles. (…)

(…) No es suficiente ni justo decir que el cambio climático es sólo el resultado de la actividad del ser humano sobre el planeta. Hace falta decir que es un sistema, una manera de pensar y sentir, una manera de producir riqueza y pobreza, un patrón de “desarrollo”, que nos está llevando al borde del abismo.(…)

(…) Es la lógica del sistema capitalista la que está destrozando el planeta, es la ganancia, la obtención de más y más ganancias por sobre todas las cosas. Es la lógica de las empresas transnacionales a las que sólo les importa aumentar las utilidades y bajar los costos. Es la lógica del consumo sinfín, de la guerra como instrumento para adueñarse de mercados y recursos naturales, y no importa si para conseguir más mercados y más ganancia se tiene que destruir los bosques, explotar y despedir trabajadores y privatizar los servicios esenciales para la vida humana.(…)



Renunciar a la guerra

El gasto total de los EEUU en la guerra de Iraq podría haber cubierto la totalidad del dinero necesario para cubrir todas las inversiones en energías renovables mundiales de aquí a 2030, para reducir la tendencia al calentamiento global.

La guerra en Irak ha sido responsable de al menos 141 toneladas métricas de dióxido de CO2 equivalente desde marzo de 2003. Esta cantidad emitida de CO2 equivale a las emisiones de 25 millones de coches.

Si las emisiones de la guerra se contasen como si fueran las de un país, este emitiría más CO2 anualmente que el que emiten al año 139 países.

El candidato presidencial Barak Obama ha prometido invertir “150.000 millones de dólares en los próximos 10 años para la generación en tecnología e infraestructuras de la energía verde”. Los EEUU gastan casi esa cantidad en 10 meses en Irak.



Un mundo sin imperialismo ni colonialismo

(…) En el mundo del “desarrollo” capitalista y en el foro que reúne a todos los países, la Organización de Naciones Unidas (ONU), no todos los países somos iguales. En la ONU hay países de primera y hay países de segunda. Los países de primera son los países que tienen el derecho a veto. De los 189 países de la ONU, un puñado de cinco países vitalicios, en el llamado Consejo de Seguridad, tienen el poder de impedir cualquier acuerdo con un solo voto, con su propio voto.(…)



El agua como derecho de todos los seres

(…) No todos tienen el mismo acceso al agua. Los niños nacidos en países “desarrollados” consumen entre 30 y 40 veces más agua que los nacidos en países “en desarrollo”. Los más afectados siguen siendo los pobres, ya que el 50% de la población de los países “en desarrollo” está expuesta al peligro que representan las fuentes de agua contaminada. (…)

(…) Para el año 2020, hasta 250 millones de habitantes de África subsahariana afrontarán escasez de agua, y en algunos países la producción de alimentos podría reducirse a la mitad, según el informe del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC) organizado por Naciones Unidad.(…)



Energías limpias y amigables con la naturaleza


(…) El planeta necesita controlar el consumo excesivo de energía y desarrollar energías alternativas. La energía solar, la geotérmica, la energía eólica, la hidroeléctrica en pequeña y mediana escala son opciones que debemos impulsar.(…)



Respeto a la Madre Tierra

(…) No podemos seguir contaminando a nuestra Madre Tierra. En el centro del océano Pacífico, dicen los estudios, hay tres kilogramos de plástico por cada medio kilogramo de plancton, el alimento de los peces.(…)

(…) No podemos aceptar que el sistema capitalista reduzca a la tierra a ser una simple mercancía. La tierra y la biodiversidad no deben ser bienes que pueden ser vendidos y acaparados bajo las leyes del mercado. Nosotros, los pueblos indígenas y campesinos de Bolivia, vivimos hoy mismo, en carne propia, el peligro de la mercantilización de la tierra. Sabemos que la concentración de la tierra en pocas manos es la fuente de todas las injusticias sociales y de los más grandes atropelllos contra la tierra misma. Especular con la tierra, sobreexplotar la tierra y acumular tierra sólo puede llevar a un mayor desequilibrio social y ambiental.(…)



Los servicios básicos como un derecho humano

(…) El derecho humano a la salud bajo el sistema capitalista se está convirtiendo en letra muerta. La salud pública en la gran mayoría de los países del mundo es absolutamente deficiente y abarca a sólo una parte de la población. Sólo quienes tienen dinero pueden acceder a los servicios de salud. La salud es cada vez más un negocio y no un servicio a todo ser humano. Grandes compañías de seguros y sistemas privados de salud tratan a las personas como consumidores, como compradores de una mercancía, y esa mercancía es nada menos que ell derecho a la vida. La situación se agrava por el crecimiento monopolio de las patentes de los medicamentos en manos de un grupo de grandes empresas farmacéuticas. El financiamiento para la investigación de nuevos medicamentos no se dirige a las grandes enfermedades que aquejan a la humanidad, sino a aquellas que más ganancias generan.(…)



Consumir lo necesario y priorizar el consumo de lo que producimos localmente

Hay hambre en un mundo de abundancia y derroche. Cada día, 100.000 seres humanos mueren de hambre. El hambre en los países llamados “subdesarrollados” es la causa del 95 por ciento de las muertes. Cada cinco segundos, un niño menor a diez años muere de hambre. Cada cuatro minutos, alguien pierde la vista por debido a la falta de Vitamina A. Hay 854 millones de seres humanos gravemente infraalimentados, mutilados por el hambre permanente.(…)



Respeto a la diversidad de culturas y economías

El capitalismo nos ha querido uniformizar a todos para volvernos en simples consumidores. Para el Norte hay un solo modelo de desarrollo: el suyo. Las recetas neoliberales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han llevado a la crisis a la mayoría de los países. Sin embargo, la Organización Mundial del Comercio insiste con esta receta única para todos los países del planeta. Los modelos únicos a nivel económico vienen acompañados de procesos de aculturación generalizada para imponernos una sola cultura, una sola moda, una sola forma de pensar y ver las cosas: la del capitalismo. La globalización capitalista pasa así a destruir la riqueza de la vida, su diversidad.(…)



Vivir bien

No es fácil el cambio cuando los que han sido siempre poderosos tienen que renunciar a sus privilegios y ganancias. No tenemos muchas alternativas. O se mantienen los privilegios de esos poderosos o se garantiza la sobrevivencia de la vida en la Tierra. Esto que digo viene de mi propia experiencia. Hoy mismo, en mi propio país, tenemos que elegir. O esos privilegios o el Vivir Bien. Sé que el cambio en el mundo es mucho más difícil que en mi país, pero tengo absoluta confianza en el ser humano, en su conciencia, en su capacidad de razonar y aprender de los errores. Creo que los seres humanos somos capaces de recuperar nuestras raíces. Creo que el ser humano puese construir un mundo más justo, un mundo diverso, inclusivo y equilibrado, un mundo que viva en armonía con la naturaleza, con la Madre Tierra. 

 ......

grande Evo.

........
Fragmentos del libro "Los 10 mandamientos para salvar el planeta, la humanidad y la vida", publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Cultos de la República de Bolivia, escrito por el presidente Evo Morales Ayma.