Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





El Carro


Carta 7, El Carro

                                                                            Yo soy mi propio experimento, mi propia obra de arte”. -Madonna-

No lleva las riendas de los caballos y sin embargo el carro se mueve. El caballo rojo es la energía positiva, el azul la energía negativa, es decir, acción y receptividad. Cada uno se orienta a un lado distinto y esa fuerza, esa presión, provoca el traslado. Mago victorioso, después de haber elegido la virtud en el arcano seis. Llegó al número 7, que junto con el 40, es uno de los números que más se repiten en el Antiguo Testamento, el 7 significa juramento en hebreo. Quizá representa el servicio que mi Mago está dispuesto a dar durante toda su vida. El 7, número de la perfección y la sabiduría humanas. Si lo observo bien, parece formar un triángulo con su cuerpo y un cuadrado con su carro, 7 otra vez. Espíritu sobre materia. Cuatro columnas que evocan los cuatro elementos, que a esta altura el Mago sabe maniobrar casi completamente. Corona y cetro, símbolos de poder y mando. Una pechera azul de guerrero, en un ropaje rojo y amarillo. Unas caras en sus hombros, para recordar la luna menguante y la luna creciente: la oscuridad es debilitada cuando la luz se vuelve más fuerte. El mago sabe, el mago quiere, el mago osa, el mago calla. Su Carro es acción, movimiento, avance. Enseña sobre la realización, el trabajo que ha tallado en su interior. El Mago confía en sí mismo y se muestra al mundo. En su paso el triunfo que es hermano del talento. Me pregunto si alguna vez podré ser como el Mago en El Carro. Tendré que ser valiente para llegar al resplandor, paciente y laboriosa hasta el progreso, como una obra de arte, a fuerza de línea y color, palabra y ritmo.