Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





El Loco -Textos de mi pequeño libro: Mi Loco Peregrino-


Carta 0, El Loco

"Es bueno amar tanto como se pueda,
porque ahí radica la verdadera fuerza,
y el que mucho ama realiza grandes cosas".
-VIncent Van Gogh-

Empiezo mi viaje. Lo veo y me recuerda a un bufón. Al comodín de la baraja española. Un bufón capaz de gritar al rey sus verdades, sin perder la cabeza. Un comodín que me reconforta pues es todas las combinaciones, todas las posibilidades. Lleva un tocado de plumas sobre su cabeza, la pluma, símbolo de rectitud para los egipcios, diría la diosa Maat. Lleva un bolsito, me han dicho que allí sus vivencias pasadas, yo creo que allí los elementos que siendo El Mago dispondrá sobre su mesa en la Carta 1. Colorido su ropaje. Azul de comunión con las verdades cósmicas e intuición. Rojo marciano, acción. Amarillo como oro alquímico, inteligencia. Detrás de su figura, naranja, que me recuerda a las túnicas de los sannyasin, espiritualidad y verde, naturaleza, vida eterna. Le llaman el Loco pues nadie lo entiende. Nadie sabe dónde apunta su estrella. Hace según su lógica de inocencia, incomprensible para el resto. Lleva también una vara; quizá símbolo de poder, como Moisés liberando y guiando a su pueblo durante cuarenta años por el desierto; quizá símbolo de sacerdocio, como Aarón, el primer sacerdote de Yavé, cuya vara floreció por milagro. Un perro lo acompaña, mordiéndole la cola, un guardián, fiel protector, el Loco es Uno con el Todo. A veces le llaman el Tonto. ¿Cómo podría ser tonto quien hace por amor? El Loco camina en lo desconocido, en lo insólito. Arte cuando lo observo, ternura cuando estoy cerca. Su mirada es clara, como una flecha se dirige al cielo. ¿Quién sabe qué mensaje está escuchando El Loco? Su número, el 0, es el número de la energía sin principio ni fin. Contemplo en él, la energía como Fuego Sagrado que se amplía para recordarme que la única certeza es el enigma y su aventura. El Loco dice que yo también soy peregrina. Hay que despojarse para ir liviano, a cada instante la Madre Tierra nos habla y Dios nos da sus perlas.
Se dice que de poeta y de loco todos tenemos un poco, de poeta y de loco hay que tener un poco más.