Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





No sos vos, soy yo también

Una decepción. Una intuición que se confirma. Un ataque encubierto. Un enemigo oculto que resplandece cuando las sombras se disipan. Pero, ¿sos vos? ¿Soy yo? No, somos ambos. Sos mi espejo cubierto de ceniza. Lo que no pude ver en mí misma, aquello que descubro a fuerza de coraje y tristeza. Me enfrentás con mis miserias. Esos núcleos negados o escondidos. Mientras, mi ego sufre. El ego sufre pues mi consciencia no sabe de juegos de alambre. Una voz se levanta y como el trueno revela lo obvio: quien desprecia, quien lastima, de la forma que sea, se está dañando a sí mismo. Energía de violencia hacia dentro. Hacia afuera. No tomaré ese presente. Descubro y me hago cargo de lo propio. Y me alejo de lo que no me pertenece.