Meditación

Alas y raíces
en el centro
cuando me encuentro
dentro y fuera de mí.





La Fuerza


Carta 11, La Fuerza

“Say no more”.
-Charly García-

Le llaman la Hechicera. Debe serlo pues la mujer abre las fauces de un león. Con refinamiento y delicadeza. Como si no se tratase de una fiera salvaje y peligrosa. Lleva un sombrero parecido al del Mago, con forma de ocho, lo elevado: a ello se orienta su pensamiento, a lo cósmico, a lo eterno. Su vestido es rojo, azul, amarillo, naranja. Acción, verdad cósmica, inteligencia, espiritualidad. Algunos le llaman la Virgen, por el signo de Virgo, el servicio domando al orgulloso Leo. Otros la relacionan con el planeta Marte, la energía de conquista, de abrirse paso en la vida. Sea la hechicera sea la virgen, me trae lo mismo: el dominio de lo elevado sobre lo vulgar. León como instintos carnales, mujer que los transmuta. Ella refleja que mis sombras no se irán con el combate sino con suavidad. Alcanzar la luz se trata de un proceso delicado, no de una guerra. La mujer es vitalidad y fortaleza, me siento segura estando cerca, preparada. Se trata de coraje. El número 11 es un número que no puede dividirse, pues se dice que representa a Dios dos veces, el 11 es la revelación y acción absoluta humanas, número maestro. No digas más, dice la mujer cuando vuelvo a traer el peso de mi vulgaridad. Hay que trabajar. Se requiere entendimiento, calma. Se necesita ternura. Es el trabajo más noble el que se hace en uno mismo. El más difícil. No se bucea peleando sino integrando, para transmutar. En la dura ostra se esconde la perla. Sé como una hormiga laboriosa trepando la roca para preservar el reino. Como un diamante en bruto que a fuerza de ingenio y paciencia se volverá una gema preciosa. Sé como el plomo volviéndose lentamente oro. Buscá el calor. Así podrás continuar tu viaje: no digás más.